lunes, 8 de abril de 2013

CIFRAS DE ACCIDENTES ALENTADORAS

Desde hacía muchos años, si exceptuamos 2011, cuando el número de fallecidos alcanzó la cifra de cuarenta, nunca estas cifras fueron tan alentadoras en un período de tiempo muy concreto y con millones de vehículos en nuestras carreteras. Un ejemplo: en los años sesenta, que fue cuando se decidió controlar los movimientos de vehículos en esta semana, los resultados estuvieron muy cerca de los noventa muertos. Y es que veintiséis este año, siempre teniendo como referencia comparativa los ejercicios anteriores, nos parece sinceramente un hito en la imparable cifra que se acumula a lo largo del año, y más cuando veníamos asistiendo a un imparable  y preocupante aumento de los números relacionados con la accidentalidad en carretera. En la fiesta cristiana por excelencia de este año, como ya hemos dicho, veintiséis personas se dejaron sus vidas en la carretera, mientras setenta y ocho resultaron heridas de gravedad. En principio, aunque debemos recordar que desde hace unos meses Tráfico gestiona la accidentalidad basándose en plazos diferentes y que estas cifras pueden cambiar justo cuando hayan transcurrido éstos, el descenso ha representado nada menos que diecinueve víctimas menos con respecto al año pasado. En cuanto al número de desplazamientos controlados, también ha experimentado una significativa caída, ya que, aunque Tráfico en un principio había anunciado trece millones de viajes de largo recorrido, con un importante aumento sobre el año pasado, la cifra se ha visto reducida casi en un millón.
 
Con respecto a las causas, de nuevo las salidas de vía han vuelto a ser protagonistas en los accidentes más comunes. En relación con la clase de accidente, en el que participa de manera determinante el exceso de velocidad, han muerto ocho personas. Detrás, las colisiones frontales, que se han llevado la vida de seis personas; finalmente,  las frontales y laterales, con de otras seis. A estas cifras sumamos los dos fallecidos por el derrumbe que se produjo en un puente en el término municipal de Fuencaliente, provincia de Ciudad Real. Naturalmente, las carreteras también han participado en la accidentalidad registrada, y han sido concretamente veintiuna las  personas han muerto en un accidente en vías secundarias, solo una en autopista y otras cuatro en autovías. Como podemos ver, nuevamente las carreteras secundarias, una de las principales preocupaciones de Tráfico durante la operación especial de Semana Santa, han sido las que más han participado en el número de accidentes y sus consecuencias. Sin embargo, seguimos comprobando que son escasos los usuarios que se adaptan a la velocidad exigida y muchos más los que hacen todo lo contrario. Finalmente, el grupo de edad con mayor número de víctimas mortales ha sido el comprendido entre los 25 y los 34 años, con siete fallecidos, uno más que en 2012. De hecho, es el único grupo que ha experimentado un incremento.
 
Por supuesto, el uso que se habitualmente se hace, por parte de los usuarios, de los elementos de seguridad que montan sus vehículos, es otra de las máximas que Tráfico mantiene en activo permanentemente. Las razones son obvias, ya que, por ejemplo, en la semana que analizamos se ha comprobado que el único fallecido conduciendo un ciclomotor no tenía el casco puesto. Además, dos usuarios que conducían automóviles no tenían abrochado el cinturón de seguridad. Si sabemos que ambos elementos, casco y cinturón, son determinantes a la hora de valorar las consecuencias de un accidente, estamos obligados a deducir que las tres muertes pudieron evitarse. Resumiendo, que se ha conseguido entre todos que las cifras de accidentalidad durante la pasada semana santa hayan resultado alentadoras. Y si alguien merece nuestro aplauso, sin duda éste es para los conductores.