El comentario de este fin de semana
queremos que sea entendido por los conductores en general como un aviso con el
sello de que todavía están a tiempo de poner su vehículo a punto, ya que el verano
se nos viene encima y los viajes están a punto de producirse. Nos da igual que
nos califiquen de reiterativos o cansinos porque estamos convencidos de que una
revisión a nuestro coche a tiempo no solo nos va a evitar posteriores
problemas, sino que peligren las mismísimas vacaciones. Volvemos a plantearles
el asunto de las revisiones porque nos conocemos desde hace años y
prácticamente todos respondemos desde las mismas coordenadas, es decir, no
tengo tiempo, un día de estos iré por el taller, mi coche anda como un reloj o
no hace tanto que le cambié el aceite y lo revisaron.
Al primero, nada mejor que aconsejarle que nunca se pierde el tiempo; al segundo, que visitar el taller debe planificarse con tiempo y contando siempre con el mecánico y no a nuestra conveniencia; al tercero, que todos los vehículos andan como relojes suizos hasta que se paran, y en cuanto al que asegura que le cambió el aceite hace poco y que lo pusieron a punto quizá convenga recordarle que lo más probable es que haya superado con creces los kilómetros que debía recorrer hasta renovarlos. Y es que el tiempo es muy relativo y mucho más cuando nos conviene.
Al primero, nada mejor que aconsejarle que nunca se pierde el tiempo; al segundo, que visitar el taller debe planificarse con tiempo y contando siempre con el mecánico y no a nuestra conveniencia; al tercero, que todos los vehículos andan como relojes suizos hasta que se paran, y en cuanto al que asegura que le cambió el aceite hace poco y que lo pusieron a punto quizá convenga recordarle que lo más probable es que haya superado con creces los kilómetros que debía recorrer hasta renovarlos. Y es que el tiempo es muy relativo y mucho más cuando nos conviene.
La realidad es que económicamente estamos bastantes afectados y que atender las exigencias normales de nuestro vehículo no es nada sencillo. Lo que ocurre es que no siempre es compatible la situación si al mismo tiempo queremos que el coche siga funcionando. Por lo tanto, actuar antes de que su mecánica presente síntomas de que estamos ante una avería de envergadura, que sería lo que le faltaría a nuestro presupuesto, no solo es una decisión inteligente, sino evitar un desembolso de importancia y una recuperación no siempre garantizada. Lo queramos o no, un vehículo es un gran mecano que lo acoplan, ajustan y montan grandes máquinas, que han sido diseñados para mantenerse en pie y en perfecto estado durante unos años y que, con el paso de éstos, el deterioro es imparable. Por eso es muy importante cuidarlo a lo largo de toda su vida útil, porque evitaremos las temidas averías, algunas muy costosas y que deben realizarlas profesionales cualificados.
No entramos en detalles sobre lo que cuestan los servicios habituales de atención de los vehículos cuando de solo revisiones se trata, pero sí que podemos afirmar que elijamos un servicio oficial de la marca o un taller autorizado, los precios serán prácticamente los mismos. Así, entre otras, la renovación del aceite, el cambio de la correa de distribución si es necesario, porque ya saben que este cambio está ajustado por propio el fabricante, la comprobación de sus puntos vitales, un vistazo sobre los neumáticos y el estado general, el desembolso que nos exigirá será mínimo y las consecuencias positivas que emanarán de esta puesta a punto nos reportarán solo beneficios. Y es que debemos aceptar de buena gana que cuando hemos controlado nuestro automóvil como éste demanda, el viaje se hace más seguro e incluso relajado.
Y si tenemos en cuenta que de lo que se trata precisamente es de evitar vernos obligados a detenernos en mitad del camino y esperar a que una grúa nos traslade el coche al taller más próximo, a nosotros y a la familia, con el equipaje incluido, al menos en ese momento daríamos lo que nos pidieran. Por lo tanto y como consecuencia de lo que les acabamos de decir, lo mejor es que dejen en manos de un profesional su automóvil y que éste, una vez diagnosticada la deficiencia, lo ponga a punto. Y ahora, a viajar seguros, que no es poco.