viernes, 18 de enero de 2013

EL GOBIERNO QUIERE DESPENALIZAR LAS FALTAS DE TRÁFICO

Lo comentábamos en el programa de “Motor en directo” de los domingos. Y les decíamos que el Ministerio de Justicia pretende introducir, en la reforma del Código Penal que ha planteado el ministro de Justicia, una nueva normativa que prevé dejar fuera las faltas de tráfico, lo que supondría que más del ochenta por ciento de los accidentes no tendrían finalmente un responsable penal. Naturalmente, las asociaciones que controlan los accidentes de tráfico y que tanto ayudan a las víctimas y sus familiares, han puesto el grito en el cielo y se reúnen estos días con diferentes responsables de Justicia en busca de un consenso que evite lo que entienden, y entendemos, como un disparate. Desde luego, por el momento no parece que exista interés en el Ministerio y estamos convencidos de que  todo puede quedar como se pretende por parte del responsable de esta decisión, el ministro Gallardón, lo que afectaría a las miles de personas que han sufrido un accidente y a las otras miles que forman parte del grueso de víctimas previstas por la Dirección General de Tráfico.


Actualmente solo se tramitan como imprudencia grave o delito las conductas con resultado grave. Si ésta es leve o su el resultado, aunque la imprudencia sea grave, se considerará una falta. Desde las asociaciones aseguran que ocho de cada diez víctimas de accidentes de tráfico lo son por conductas que el nuevo Código Penal dejaría fuera al no penar las faltas. Por el momento, sobre el juez ha recaído la mayor parte de la responsabilidad de determinar la gravedad de una imprudencia al volante y quien decide si es grave, y por tanto, si es delito siempre que el resultado haya sido grave. O si es leve y se queda en una mera falta. En el caso de que algún juez interprete como falta provocar una lesión no permanente, como podía ser el caso de un golpe en el brazo que le provoque diez días de baja, luego de saltarse un semáforo en rojo el conductor causante, todo quedaría en nada.

 

Ante el varapalo que se les vendría encima a las víctimas por accidentes de tráfico, las asociaciones de víctimas pretenden que se incluyan en el Código Penal las conductas imprudentes al volante que ocasionen daños a las personas. Además, proponen que se consideren imprudencias graves, es decir, delito cuando el resultado sea grave, las infracciones que la ley de Tráfico califica como graves o muy graves, como podía ser, por ejemplo,  no respetar un ceda el paso, cuando se hubieran ocasionado víctimas. También se reclama una mejor definición de los protocolos y procedimientos para la realización obligatoria de pruebas de alcoholemia y de detección de drogas, así como la exención de las tasas judiciales para la reclamación por parte de las victimas y familiares de indemnizaciones por daños personales ocasionados en siniestros de tráfico.

 

Nosotros creemos que todo lo que se decida en beneficio de los infractores nos parece una aberración y un error que estamos seguros nos pasará factura en poco tiempo, especialmente en el número de víctimas. Por otra parte, todo indica que los auténticos beneficiados de este asunto son las compañías de seguros, que han realizado un buen trabajo alrededor del Ministerio de Justicia y de cuyo resultado comenzamos a ver los frutos muy pronto. Por otra parte, aunque los jueces tengan la última palabra a la hora de calificar si el accidente supone o no un delito, la realidad es que éstos recibirán instrucciones específicas para que la despenalización sea un hecho y los perjudicados no disfruten de los beneficios propios que merecen los que han sido, por ejemplo, atropellados en plena calle cuando cruzaban por un paso de peatones y con el semáforo en rojo para los vehículos.