En la edición del pasado domingo del
programa “Motor en directo” que se emite los domingos de diez y media a las doce
de la mañana, salió el tema de los coches usados. Y ocurrió así porque
conocimos una noticia, según la cual, en Jaén, un listillo vendedor particular
puso su coche en venta restándole previamente nada menos que ciento setenta mil
kilómetros. Ahí es nada. El comprador entendió que era una buena oportunidad y
pagó lo pactado. Pero llegó el día de pasar la ITV y se dispuso a ello sin más dilación. Su
sorpresa llegó cuando el técnico que supervisa el estado de su vehículo le dice
que los kilómetros que refleja no son reales, puesto que debían constar nada
menos que doscientos treinta mil. La denuncia se pone en marcha y el vendedor
es detenido e imputado. Ahora es cosa de que la sentencia fije su culpa y pague
por el engaño.
La conclusión a la que llegamos es la
misma de siempre, es decir, que no se fíen ustedes de nadie a la hora de
quedarse con un automóvil de ocasión. Con esto no queremos decir ni mucho menos
que todos estén bajo sospecha, pero sí que el fraude existe y que es aconsejable
que previamente revisen lo que les gusta. Si el vendedor está seguro del
producto, si nos informa sobre la garantía a la que tenemos derecho y si el
vehículo no presenta signos de envejecimiento prematuro o defectos en la
carrocería o el interior, quédese con él. Y también con la empresa o la persona
que se lo ha vendido, porque no sería extraño que tuviera necesidad de acudir a
él en busca de información o alguna queja. Huya de los latiguillos de siempre
propios de los vendedores, de entre los que destacan que el coche que le gusta
siempre estuvo en cochera, que era de una mujer o de un sacerdote, que los
kilómetros que tiene son reales, etc., etc. Lo importante de un coche usado es
saber su procedencia y quién fue su anterior propietario, con el que pueden
ustedes contactar en busca de más información.
Si tenemos en cuenta que el coche de
ocasión es un negocio de más que aceptable rentabilidad, atentos a las ofertas
y a cuando nos aseguran que han sido revisados en profundidad, porque no
siempre es así. Comprobar que dispone de servicio de taller, de neumáticos, de
electricidad, de chapa y pintura, y, en caso de que no sea así, cerciorarse de
que dispone de servicios especializados externos que le garantizan los
trabajos. Y todo porque no siempre es así y no faltan los que se limitan a
limpiarlos, a sacarles brillo a las llantas y perfumarlos. En cuanto al precio,
existe una lista oficial en la que encontraremos el valor del que hemos elegido
luego de conocer el año de su matriculación y la motorización.
En la adquisición de un automóvil de
segunda mano todas las precauciones son pocas y repetimos que no porque se
trate de un mercado inseguro o en el que es muy fácil caer en el engaño, sino
porque debemos ser conscientes de que nosotros no tenemos una idea clara de lo
que nos gusta y mucho menos de cuál será su estado. Muy necesario será que lo
adquiramos en una empresa conocida y no de uno de esos vendedores que los dejan
en la calle con un cartelito de “se vende” a la espera de que pique alguno. Y
todo porque lo más probable es que necesitemos de información o de alguna
mejora, y las empresas especializadas siempre nos proporcionarán lo que les
pidamos.