lunes, 11 de febrero de 2013

EL MERCADO DEL USADO, EN AUGE

 
En la edición del pasado domingo del programa “Motor en directo” que se emite los domingos de diez y media a las doce de la mañana, salió el tema de los coches usados. Y ocurrió así porque conocimos una noticia, según la cual, en Jaén, un listillo vendedor particular puso su coche en venta restándole previamente nada menos que ciento setenta mil kilómetros. Ahí es nada. El comprador entendió que era una buena oportunidad y pagó lo pactado. Pero llegó el día de pasar la ITV y se dispuso a ello sin más dilación. Su sorpresa llegó cuando el técnico que supervisa el estado de su vehículo le dice que los kilómetros que refleja no son reales, puesto que debían constar nada menos que doscientos treinta mil. La denuncia se pone en marcha y el vendedor es detenido e imputado. Ahora es cosa de que la sentencia fije su culpa y pague por el engaño.
La conclusión a la que llegamos es la misma de siempre, es decir, que no se fíen ustedes de nadie a la hora de quedarse con un automóvil de ocasión. Con esto no queremos decir ni mucho menos que todos estén bajo sospecha, pero sí que el fraude existe y que es aconsejable que previamente revisen lo que les gusta. Si el vendedor está seguro del producto, si nos informa sobre la garantía a la que tenemos derecho y si el vehículo no presenta signos de envejecimiento prematuro o defectos en la carrocería o el interior, quédese con él. Y también con la empresa o la persona que se lo ha vendido, porque no sería extraño que tuviera necesidad de acudir a él en busca de información o alguna queja. Huya de los latiguillos de siempre propios de los vendedores, de entre los que destacan que el coche que le gusta siempre estuvo en cochera, que era de una mujer o de un sacerdote, que los kilómetros que tiene son reales, etc., etc. Lo importante de un coche usado es saber su procedencia y quién fue su anterior propietario, con el que pueden ustedes contactar en busca de más información.
Si tenemos en cuenta que el coche de ocasión es un negocio de más que aceptable rentabilidad, atentos a las ofertas y a cuando nos aseguran que han sido revisados en profundidad, porque no siempre es así. Comprobar que dispone de servicio de taller, de neumáticos, de electricidad, de chapa y pintura, y, en caso de que no sea así, cerciorarse de que dispone de servicios especializados externos que le garantizan los trabajos. Y todo porque no siempre es así y no faltan los que se limitan a limpiarlos, a sacarles brillo a las llantas y perfumarlos. En cuanto al precio, existe una lista oficial en la que encontraremos el valor del que hemos elegido luego de conocer el año de su matriculación y la motorización.
En la adquisición de un automóvil de segunda mano todas las precauciones son pocas y repetimos que no porque se trate de un mercado inseguro o en el que es muy fácil caer en el engaño, sino porque debemos ser conscientes de que nosotros no tenemos una idea clara de lo que nos gusta y mucho menos de cuál será su estado. Muy necesario será que lo adquiramos en una empresa conocida y no de uno de esos vendedores que los dejan en la calle con un cartelito de “se vende” a la espera de que pique alguno. Y todo porque lo más probable es que necesitemos de información o de alguna mejora, y las empresas especializadas siempre nos proporcionarán lo que les pidamos. 
Cuando decidan la compra, lo mejor es acudir a la exposición con las ideas claras, desde el precio que podemos pagar hasta el coche que nos viene bien. Lo de dejarse llevar por los consejos del vendedor sin una idea clara de cuál será el destino que le daremos, de si es mejor que tenga tres o cinco puertas, lo más probable es que nos quedemos, no con uno en mal estado, sino con que luego no reúna las características propias del destino a que lo dedicaremos.