La tendencia descendente en España del número de ciclistas fallecidos ha saltado por los aires. En 2010, 3.496 ciclistas sufrieron un accidente. De ellos, 67 perdieron la vida, un 20 % más que en 2009. A diferencia de lo que ocurre en otros países europeos, la mayor parte de las víctimas se produjeron en carretera, lo que sitúa a España a la cabeza en Europa en el número de ciclistas muertos en este tipo de vías. En España, más de veinte millones de personas disponen de bicicleta, de los que unos tres millones la utilizan casi a diario, y unos quince millones lo hace con frecuencia, especialmente para el ocio. De acuerdo con estos datos, dos de cada diez ciclistas han sufrido un accidente, y de ellos, el 75 % ha concluido en una caída o un atropello. Los jóvenes de entre 15 y 17 años y los mayores con edades entre 55 y 64 años son los grupos con un mayor índice de siniestralidad, aunque el perfil predominante de quien usa la bicicleta a diario es el de un hombre menor de 30 años.
Las asociaciones ciclistas, por su parte, promueven una mayor educación en seguridad vial para reducir la siniestralidad y sitúan a los coches como los principales causantes de los accidentes. Según éstos, ni moderan la velocidad cuando les adelantan, ni respetan la distancia lateral de seguridad, y abogan por mejorar la visibilidad en cruces y pasos de peatones, con la revisión de la colocación de contenedores de residuos y mobiliario urbano, y por implantar mecanismos de protección para ciclistas cuando comparten la calzada con los coches. A pesar de que los ciclistas representan tan solo un dos por ciento del total de muertos en accidentes de tráfico en España, y que el total de muertos en accidente de tráfico ha descendido un 29 %, en el período 2003-2007 los ciclistas muertos en carretera han aumentado un 14 %, es decir, más de 400 muertos en solo cinco años. El ciclismo es el tercer deporte más seguido en España, por detrás de la natación y el fútbol, y es un dato que llama la atención sobre todo cuando se compara con los números del CIS, que aseguran que en España hay más bicicletas que balones. Un dato más: a nivel mundial, los peatones, motoristas y ciclistas suponen más de la mitad de los muertos en accidentes de tráfico, por lo que el colectivo ciclista es uno de los grupos más vulnerables.
El hecho de que el estudio del que se desprenden los datos que les estamos comentando se centre en las 3.450 entrevistas realizadas a habituales participantes en pruebas cicloturistas de ámbito nacional podría explicar la baja participación femenina en el mismo, que solo representa el cuatro por ciento del total, frente al 96 % masculino. Aunque en España la utilización de la bicicleta como medio de transporte cotidiano no supone ni siquiera un uno por ciento del total, en este estudio no se abarca esta dimensión, y por lo tanto, no se puede afirmar que la mujer no use la bici, sino que no participa en pruebas ciclistas tanto como los hombres. En el desglose de fallecidos por grupos de edad predominan los mayores de 70 años, que representan el 18 % del total, seguidos de los segmentos de edad 60-69 y 10-20 años, con un 14,5 %, respectivamente. Sin embargo, y aunque no estén presentes dentro del grupo de mayor mortandad, el 90 % de los participantes tiene entre 25 y 54 años. El 69 % de los participantes de este estudio está federado y el 72 % pertenece a peñas ciclistas. La mayoría de ellos pedalea una media de 50-100 kilómetros al día, predominando los fines de semana como días preferidos para realizar esta práctica. Más de la mitad de los encuestados coge la bici 3-4 días por semana, siendo las comunidades que más uso hacen de ésta el País Vasco, Aragón, Cataluña y Valencia, con un 22, 18, 15 y 13 por ciento, respectivamente.
Las horas preferidas para coger la bici se encuentran entre las 8:00 y las 13:00 horas y, a pesar de que la mayoría pedalea en grupo y de que prácticamente todos utilizan casco, solo el 22 % usa material reflectante, muy apto para hacerse ver con antelación a primera hora del día cuando la visibilidad es menor. Los datos revelan que tres cuartas partes del total circula habitualmente por carreteras interurbanas y que los muertos en este tipo de carreteras están en la misma proporción. El 72 % de los ciclistas cree que los coches, cuando adelantan, no guardan la distancia mínima de seguridad establecida por ley, el metro y medio, y que las intersecciones más peligrosas para ellos son las rotondas. En realidad, no obstante, la mayoría de los accidentes se producen en línea recta, seguidos por las curvas y las rotondas y la mayoría de los ciclistas van en fila y en paralelo, y por carreteras sin arcén o con arcén inferior al metro y medio. Finalmente, la mayoría de los ciclistas creen que las vías son malas o muy malas, y el 80 % de ellos cree que existen elementos peligrosos como piedras, cristales, etc., que dificultan su tránsito y les hacen abandonar el arcén con el consiguiente peligro para ellos. Tal es la situación de vulnerabilidad, que siete de cada diez ciclistas afirma haber tenido situaciones de peligro frecuentes o muy frecuentes.