domingo, 7 de octubre de 2012

LAS CARRETERAS Y SU PAPEL EN LOS ACCIDENTES



Más de 2.000 víctimas, entre heridos y fallecidos, durante cinco años y en tan solo 150 kilómetros. Este es el titular y el balance de Tramos de Concentración de Accidentes en España entre 2006 y 2010, que la asociación Automovilistas Europeos Asociados acaba de publicar con datos del Ministerio de Fomento. Esta asociación entiende que si bien los recortes presupuestarios pueden retrasar la necesaria actuación en esas infraestructuras, es importante al menos que los conductores sepan dónde están para tomar las debidas precauciones, porque hasta el momento solo seis de esos tramos están señalizados como puntos negros y en tan solo 14 hay instalado un radar. Esta organización ha detectado 150 tramos peligrosos repartidos en 60 vías de la Red de Carreteras del Estado que comprende 25.835 kilómetros y por los que discurre el 50 % del tráfico, según cifras de 2011. Es decir, el informe no incluye los puntos negros de las vías gestionadas por las autonomías, con un total de 71.853 kilómetros, y por las Diputaciones y Cabildos, con 68.219 kilómetros.
 




De acuerdo con este índice, el tramo más peligroso de la Red de Carreteras del Estado se encuentra en la localidad salmantina de Béjar, en el kilómetro 415 de la N-630, con un índice de peligrosidad de 1.333, 120 veces más que la media nacional. Entre 2006 y 2010, en este punto hubo 10 accidentes con 19 víctimas. No obstante, aquí existe ahora una autovía, por lo que es muy probable que su peligrosidad descienda. La vía con más siniestros está en Pontevedra. Los kilómetros 10 y 12 de la autovía A-55 sumaron 209 accidentes con 319 víctimas, entre 2006 y 2010.
 
De acuerdo con la opinión de esta asociación, el estado de las carreteras desempeña un papel fundamental en la seguridad vial de un país, aunque teme que la crisis pare la inversión. Un dato que lo confirma es que las obras realizadas entre 2006 y 2010 permitieron reducir a un cuarto el índice de peligrosidad.
 
Un estudio del Real Automóvil Club de Cataluña publicado el pasado jueves arroja resultados similares. De acuerdo con éste, en los últimos 10 años el riesgo de sufrir un accidente mortal o grave en las carreteras del Estado ha caído en un 67 %. Naturalmente, la inversión en infraestructuras ha tenido mucho que ver. En la última década, los kilómetros de las carreteras estatales han aumentado un 5,6 %, aunque la distribución por tipo de vía ha sido muy heterogénea. Los kilómetros de vías convencionales han descendido un 11 %, los de autopista y autovía han aumentado entre un 40 % y un 50 %. Con estos datos podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la probabilidad de tener un accidente en una carretera convencional es tres veces mayor que en una de alta capacidad.