Por fin
se ha conseguido que las consecuencias trágicas que se derivan de la
accidentalidad que se registra en nuestras carreteras a lo largo del año sean
reales. Las que conocemos no responden fielmente a la siniestralidad acumulada,
ya que no se controlaban las víctimas accidentadas que fallecían en el
transcurso de los 30 días posteriores al suceso. Así, en realidad, el año pasado
murieron en España 2.060 personas en accidentes de tráfico de acuerdo con el
nuevo método implantado por la Dirección General de
Tráfico para calcular el número de fallecidos, un sistema que se ajusta
fielmente a la realidad Si se hubiera utilizado el procedimiento anterior, la
cifra se habría elevado hasta 2.149 víctimas
mortales.
Por lo
que Tráfico nos ha contado, el nuevo procedimiento se basa en un seguimiento
real de todos los heridos, lo que nos permite saber que hasta el momento la
cifra de víctimas mortales a 30 días se calculaba multiplicando el dato de los
fallecidos en el mismo día del accidente por un factor corrector. Ahora, no solo
se han utilizado, como se venía haciendo, fuentes policiales, sino también datos
del Instituto Nacional de Estadística, del Ministerio de Sanidad, que incluyen
el número de víctimas que han requerido asistencia de urgencias o
extrahospitalarias, y de la Encuesta Nacional de Salud.
Por lo tanto, de los 1.479 fallecidos el año pasado, que esa fue la cifra que se
nos dio como definitiva, ahora debemos cambiarla porque la cifra real de
fallecidos en 2011 fue 2.060. Desde la Dirección General se nos
recuerda que el balance ofrecido en enero, que era de 1.479 muertos, eran datos
a 24 horas que solo incluyen las víctimas en carretera. El de este lunes también
recoge los fallecidos en ciudad. Además, por primera vez, se refleja el número
de personas con discapacidad permanente por secuelas de un accidente de tráfico,
que son nada menos que 78.961.
Sin embargo, aunque disminuyen las víctimas mortales, el nuevo método arroja un mayor número de heridos. De hecho, los graves prácticamente se duplican y los leves se multiplican por cinco si nos atenemos a los datos oficiales de Tráfico. En concreto, en 2011 hubo 22.184 heridos graves y 548.777 leves. Con el método antiguo, que solo tenía en cuenta las fuentes policiales, la cifra se reduciría a 11.247 y 104.290, respectivamente. A pesar de que el nuevo método de recuento distorsiona las comparaciones con años anteriores, se puede constatar un descenso de fallecidos, ya que, según el sistema antiguo, en 2010 murieron 2.478 personas, 329 más que en 2011. Por otra parte, el perfil de los fallecidos en accidentes de tráfico ha cambiado. Las víctimas dejan de ser jóvenes que mueren en fin de semana, de noche y en verano. En 2011, el 50 % tenía 45 o más años, el 61 % murió entre las ocho de la mañana y las ocho de la tarde, el 65 % perdió la vida entre el lunes y el viernes, y el 79 %, en accidentes ocurridos de septiembre a junio. En cuanto al tipo de siniestro, la salida de vía se cobró la vida de 578 personas, lo que representa un 36 % del total, en carreteras interurbanas. En ciudad, casi la mitad de los fallecidos, 271, perdieron la vida por atropello.
Sin embargo, aunque disminuyen las víctimas mortales, el nuevo método arroja un mayor número de heridos. De hecho, los graves prácticamente se duplican y los leves se multiplican por cinco si nos atenemos a los datos oficiales de Tráfico. En concreto, en 2011 hubo 22.184 heridos graves y 548.777 leves. Con el método antiguo, que solo tenía en cuenta las fuentes policiales, la cifra se reduciría a 11.247 y 104.290, respectivamente. A pesar de que el nuevo método de recuento distorsiona las comparaciones con años anteriores, se puede constatar un descenso de fallecidos, ya que, según el sistema antiguo, en 2010 murieron 2.478 personas, 329 más que en 2011. Por otra parte, el perfil de los fallecidos en accidentes de tráfico ha cambiado. Las víctimas dejan de ser jóvenes que mueren en fin de semana, de noche y en verano. En 2011, el 50 % tenía 45 o más años, el 61 % murió entre las ocho de la mañana y las ocho de la tarde, el 65 % perdió la vida entre el lunes y el viernes, y el 79 %, en accidentes ocurridos de septiembre a junio. En cuanto al tipo de siniestro, la salida de vía se cobró la vida de 578 personas, lo que representa un 36 % del total, en carreteras interurbanas. En ciudad, casi la mitad de los fallecidos, 271, perdieron la vida por atropello.
La nueva
forma de contabilizar las víctimas de accidentes ha sido bien recibida entre
todos los colectivos ligados a la accidentalidad, ya que permitirá conocer el
impacto real de los siniestros de tráfico, sus causas y los diferentes elementos
que concurren. Al mismo tiempo el método permitirá conocer el número real de
personas que adquieren una discapacidad como consecuencia de un accidente de
tráfico, lo que permitirá mejorar su asistencia. En la Asociación
Nacional de Periodistas del Motor, a la que pertenecemos, se ha
valorado también muy positivamente la implantación de este nuevo sistema. Y todo
porque a partir de ahora sabremos con total certeza el número real de lo que
acontece en nuestras carreteras y en las ciudades.