Ateniéndonos estrictamente al trabajo realizado
bajo la tutela del Real Automóvil Club y directamente relacionado con el uso que
generalmente hacemos de las silletas para los más pequeños cuando viajan en
nuestro vehículo, ya sabemos que una gran mayoría la usan mal. El arnés holgado
y el mal guiado de los cinturones son habitualmente los defectos que con más
frecuencia detectaron los expertos que firman este trabajo. Sin embargo, los dos
tienen graves implicaciones para la seguridad de los niños, ya que un arnés
holgado en menores de entre 9
a 18 kilos de peso puede provocar lesiones de gravedad en
la cabeza. Mientras, un cinturón mal guiado en bebés de entre 0 y 13 kilos
también derivan en lesiones de gravedad en la cabeza y, en niños con más años,
lesiones de gravedad en el torso. Con todo, donde más fallan los padres a la
hora de colocar a su hijo en el coche es precisamente en el caso de los bebés de
peso de entre 0 y 13
kilogramos . Por otra parte, los expertos descubrieron, al
observar la manera en que los padres llevaban a sus hijos en situaciones reales,
hasta un 43,6 % de niños mal colocados en su sillita en esta franja de
edad/peso.
En
general, el estudio señala que conforme avanza la edad del niño disminuyen los
casos en los que se producen malos usos en la instalación. También se producen
estas situaciones de mal uso cuando se ha hecho una prueba del sistema de
retención infantil en el proceso de compra. Sin embargo, probarlo antes sigue
siendo una asignatura pendiente y muy pocos padres son los que la realizan. De
hecho, dos de cada tres conductores con hijos hacen trayectos con ellos a
diario, y en general, aunque hay un buen comportamiento y concienciación
respecto al uso de estos elementos dentro del vehículo, un 10 % de ellos
reconoce que no siempre viajan con el niño sentado y abrochado como exige la
ley.
Como
consejos imprescindibles de cara a evitar malos usos, les recordamos que el
criterio más importante para un uso correcto es el peso y la talla del niño, no
tanto su edad. Asimismo, se debe de educar y concienciar a los menores sobre su
uso, motivándolos para que colaboren al sentarse en este dispositivo. Además, es
importante comprobar que el sistema es el adecuado para el coche llevando a cabo
una prueba antes de realizar la compra y revisar su instalación con la mayor
frecuencia posible, así como evitar holguras entre el niño y el cinturón o
arnés, además del mal guiado de los cinturones en la fijación al
coche.
En
realidad se trata de consejos elementales que ni siquiera debían reflejarse en
este comentario por conocidos, pero teniendo en cuenta la frivolidad con la que
algunos adultos interpretan las leyes y las razones de estas silletas
infantiles, estamos obligados a recordarlas cuantas veces sea necesario en
beneficio de evitar lesiones en los más pequeños de la casa. Debemos recordar
que éstos no responden a las mismas premisas que los adultos, que sus
limitaciones intelectuales son muchas y que la percepción que tienen del peligro
es simplemente cero. Los niños actúan por impulsos y no entienden ni aceptan
ataduras en el interior del vehículo de sus padres, donde podían jugar con total
libertad de movimientos y no les gusta nada el sentirse atados.
Eviten
ustedes caer en la tentación de permitirles viajar sueltos, aunque el recorrido
sea corto, porque les estarán salvando la vida. Ellos no lo entenderán, pero
ustedes saben que están obligados a ello.